martes, 3 de mayo de 2011

Víctima de mi engaño, verdugo de los sentimientos





Demasiado tiempo engañando los sentimientos que me llevaban a ti,
engañando a los sentidos que aun recuerdan tu presencia,
negando que alguna vez estuvieses ahí, negando que alguna vez llegases a estar cerca.
Y estuviste cerca, tan cerca,
que casi podías cortar mi respiración;
casi podía notar el tacto de tu piel en mis dedos
y mientras experimentar como esa sensación poco a poco se iba escapando.
Dejé escapar a los sentimientos, no les quise dar importancia,
dejé escapar ese escalofrío que me recorría todo el cuerpo cada vez que me mirabas.
Tal vez estas palabras llevan a pensar que te dejé escapar,
pero no es así; me dejé escapar a mi, sólo a mi...
fui víctima de mi engaño, verdugo de los sentimientos.

Anel

lunes, 18 de abril de 2011

Razón y corazón




A mitad del camino entre el corazón y la razón, en ese punto y contrapunto, solo existe la distancia que le quieras poner.
Entre la incertidumbre y la certeza, dudando a cada instante, sin saber que hacer: olvidarse de todo, desistir en el intento o retener cada milímetro, reprimir los deseos.
En medio de la razón y el corazón, apenas un cruce en sus respectivos caminos, un destello fugaz.
Corazón y razón, razón y corazón, incomprensibles, pero ambos de vital importancia.


Anel

domingo, 20 de marzo de 2011

Reflejo de una mirada vacía




Reflejo de una mirada vacía, prueba de esa seducción que te lleva, te atrae...
Te empuja hacía ese precipicio sin control.

Dejas a un lado el dominio de los actos, caes en el influjo maquinal de la presencia. Provocas que el alma sea un sujeto de la tentación.
El impulso se hace irrefrenable,
miras a la luna, mágica obsesión.
Hechizas, encantas,
dibujas, deformas la realidad.
Eres ese reflejo de una mirada vacía.




Anel

viernes, 11 de marzo de 2011

Dos opciones.



Dos opciones:


Esperar o dejar de esperar.


Te puedes sentar, descansar, seguir con la vida tal y como estaba. Sin cambios ni variación, una vida conformista en la que tienes todo lo que necesitas.
Es un hábito, una costumbre; sentarse y ver como la vida pasa si hacer nada al respecto, pasividad, el total de algo que has ido creando.

Continúa el camino, con diferentes lugares y nuevas sensaciones que descubrir.
¿Qué depara el final de ese camino? Sólo tú tienes la respuesta.




Anel

sábado, 26 de febrero de 2011

"Siempre nos quedará París"




Empecemos, "Esta es una historia sencilla, aunque no fácil de contar"(La Vida es Bella). El relato comienza cuando llegó esa caja y claro ; "La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar" (Forest Gump).
Estaba todo preparado, ya lo creo "Estaba preparado para todo, excepto para ti"(La Trampa), entonces fue cuando escuché; "He cruzado océanos de tiempo para encontrarte"(Drácula, de Bram Stoker), pero "A veces, el hablar se sobrevalora" (Pleasantville).

Y llegué a la conclusión: "¿De qué sirve confesarme, si no me arrepiento?" (El padrino III) y tras esto pronuncié unas palabras:
"De Ezequiel, 25-17: El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la avaricia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque Él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡¡¡Y TÚ SABRÁS QUE MI NOMBRE ES YAVÉ, CUANDO MI VENGANZA CAIGA SOBRE TI!!! " (Pulp Fiction).
A lo que contestaste "bueno, nadie es perfecto" (Con faldas y a lo loco)
Y ante esa contestación reflexioné y pensé "El odio es un lastre, la vida es demasiado corta para estar siempre cabreado" (American History X), pero sólo "Hay tres maneras de hacer las cosas: la correcta, la incorrecta y la mía" (Casino)
Y afirmaste con tu voz grave y rotunda: "No sabrás cuando, pero te estaré vigilando" (Harry el Sucio)

Está bien, "siempre nos quedará París" (Casablanca).



Cine y otros desvaríos.






jueves, 17 de febrero de 2011

Puedo caer, notar, sentir...





Puedo caer en el abismo de la incertidumbre, y lanzarme al vacío de unos brazos que no sienten, pero que trasmiten calor.
Más tarde puedo caer en el océano de tus ojos, verme reflejada en ellos y no ver lo que soy.
Puedo notar tus manos entrelazadas en las mías, tu tacto suave, pero no me puedo sentir yo.
Puedo sentir tus labios rozando los míos, puedo sentir su calor, su sabor, su intensidad y al mismo tiempo puedo sentir su frío.




Anel

viernes, 4 de febrero de 2011

Equilibrio






Pendiente de un hilo, con un destino incierto del que depende tantas cosas como ninguna.
Equilibrio, intentando escuchar al viento kilómetros antes para estar prevenido cuando llegue el balanceo, amarrándose a esa cuerda como si de tu vida dependiera, la realidad tu vida depende de ella.


La cuerda se tambalea, se agita y no es el viento, ahora no es nada, eres tú y nada más.
Sigue moviéndose, pero no sabes que hacer: si la sueltas caes al vacío sin saber que te espera, si te reincorporas puedes seguir avanzando hacia el otro lado sin conocer los obstáculos que te puedes ir encontrando; si podrás o no superarlos.
Sin comentar la incertidumbre que te espera a ese otro lado en caso que exista.

Indecisión, inmóvil, agarrándose a la cuerda.
-¿por qué este peligroso camino y no otro? ¿continuar? ¿dejarme caer?¿cambiar? ¿ya es tarde para cambiar?-




Anel