miércoles, 1 de septiembre de 2010

... de nuevo se retrasaba




Es hora de partir, de marchar y olvidar.

Recoger los buenos momentos y enterrar los no tan buenos.

Silencio para pensar con el viento de frente y sentir el calor del sol sobre la piel. Sentir que en ese instante no hay nada más, una sola presencia a solas con el mundo.

Ver como el sol se va apagando con el atardecer.

Estar seguro, no tener nada que temer...

Y poco a poco ver la gran gama de colores que ofrece la naturaleza, quedar absorto, mudo al compás del aire.

Sentir la arena bajo los pies... Perderse en ese momento y hacerlo eterno.








Anel