Mostrando entradas con la etiqueta dolor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dolor. Mostrar todas las entradas

domingo, 22 de febrero de 2015

Miedo, ¿qué es miedo?





Agotada la sensación que me inunda, vacío repleto de ansiedad y dudas...

Miedo, ¿qué es miedo?

Caer de nuevo en el abismo de la incertidumbre para finalmente desembocar en dolor...
Insoportable relevancia del ser sin ser o no saber qué ser.
Y más dolor que curte a base de lágrimas un fuerte...
... de letras que se transforman en palabras, pero que no van más allá.


Anel


sábado, 2 de junio de 2012

Entre tus brazos


Su piel...
Mis manos recorriendo su espalda...Se detienen, desgarran, aprietan con fuerza, 
como si al soltar pudiera caer por un precipicio.
Comenzaba a notar su sangre brotando entre mis dedos mezcla de dolor, pasión y anhelo.
Dos cuerpos asfixiados, sabiendo que el fin está próximo.
Alimentándose el uno del otro y al mismo tiempo matándose mutuamente.


Fundirme entre tus manos.
Desvanecerte entre mi piel.


Anel

jueves, 15 de diciembre de 2011

Anoche soñé contigo




Respiración agitada, despertar.

Intentar recoger cada pedazo de esa pesadilla,
recordar lo que hace que el cuerpo se agote,
caer por un precipicio de rocas grises; sin dolor, no había dolor.
Vacío; divagar, deambular, volar... infinito, todo azul,
deformada una imagen.
Más tarde, se desvanece, no queda nada de su presencia.
Las lágrimas comenzaron a rodar,
los ojos, extraños, no lo entendían; pararon, siguió el vacío.

Respiración agitada.


Anoche soñé contigo, pero ya no eras tú.




Gracias a mi modelo, tú sabes por qué ;)

Anel

martes, 3 de mayo de 2011

Víctima de mi engaño, verdugo de los sentimientos





Demasiado tiempo engañando los sentimientos que me llevaban a ti,
engañando a los sentidos que aun recuerdan tu presencia,
negando que alguna vez estuvieses ahí, negando que alguna vez llegases a estar cerca.
Y estuviste cerca, tan cerca,
que casi podías cortar mi respiración;
casi podía notar el tacto de tu piel en mis dedos
y mientras experimentar como esa sensación poco a poco se iba escapando.
Dejé escapar a los sentimientos, no les quise dar importancia,
dejé escapar ese escalofrío que me recorría todo el cuerpo cada vez que me mirabas.
Tal vez estas palabras llevan a pensar que te dejé escapar,
pero no es así; me dejé escapar a mi, sólo a mi...
fui víctima de mi engaño, verdugo de los sentimientos.

Anel