jueves, 17 de febrero de 2011

Puedo caer, notar, sentir...





Puedo caer en el abismo de la incertidumbre, y lanzarme al vacío de unos brazos que no sienten, pero que trasmiten calor.
Más tarde puedo caer en el océano de tus ojos, verme reflejada en ellos y no ver lo que soy.
Puedo notar tus manos entrelazadas en las mías, tu tacto suave, pero no me puedo sentir yo.
Puedo sentir tus labios rozando los míos, puedo sentir su calor, su sabor, su intensidad y al mismo tiempo puedo sentir su frío.




Anel

viernes, 4 de febrero de 2011

Equilibrio






Pendiente de un hilo, con un destino incierto del que depende tantas cosas como ninguna.
Equilibrio, intentando escuchar al viento kilómetros antes para estar prevenido cuando llegue el balanceo, amarrándose a esa cuerda como si de tu vida dependiera, la realidad tu vida depende de ella.


La cuerda se tambalea, se agita y no es el viento, ahora no es nada, eres tú y nada más.
Sigue moviéndose, pero no sabes que hacer: si la sueltas caes al vacío sin saber que te espera, si te reincorporas puedes seguir avanzando hacia el otro lado sin conocer los obstáculos que te puedes ir encontrando; si podrás o no superarlos.
Sin comentar la incertidumbre que te espera a ese otro lado en caso que exista.

Indecisión, inmóvil, agarrándose a la cuerda.
-¿por qué este peligroso camino y no otro? ¿continuar? ¿dejarme caer?¿cambiar? ¿ya es tarde para cambiar?-




Anel

lunes, 24 de enero de 2011

Delirios...









Podía notar su presencia, incluso su calor...
Despertar imaginando cómo sería.
Delirios...

Dejar de ver ese reflejo que evoca lo que dejó de ser,
no tener miedo a romper ese cristal que separa ambas realidades.
Delirios...

Y tener miedo a que una vez roto sea inalcanzable.

-Se que está al lado, lo se, lo veo, está ahí,
no lo puedo tocar, ni siquiera rozar, ¿por qué?-

Logra alcanzar el cristal con la mano, lo toca, lo está tocando,
pero no puede sentir el tacto en los dedos, sólo la sensación del frío.
Delirios...

Cierra los ojos, impasible, intenta rasgar ese cristal.

Vacío; abrió los ojos, aun podía notar su presencia, incluso su calor...




Anel


Gracias a mi modelo por aguantar toda una tarde a mis órdenes.

miércoles, 19 de enero de 2011

Pequeños seres




Supongo que alguna vez tendría que pasar.
Nos empeñamos en retrasar el momento,
como si ese momento nunca fuese a llegar
o con la esperanza de que no acaeciese.
No teníamos el valor suficiente, nunca lo tuvimos
y el tiempo fue borrando lo que quedaba de ese tiempo;
nuestro tiempo.
Negamos siempre la evidencia,
no pensamos lo que sobrevenía,
es más, creo que ninguno lo llegó a reconocer.
Y así pasaron los años...
... así se fue marchitando,
como si habitásemos en un medio hipertónico condenados a la deshidratación
viendo como las células que nos componen mueren una a una y con ellas pequeños sueños absurdos del divagar de nuestras mentes.
Viendo como el tiempo fue el causante de este final,
es fácil echar la culpa a algo inevitable.



Nosotros, pequeños seres.



Anel

viernes, 7 de enero de 2011

Rara antítesis de lo opuesto


Todo-nada, cálido-frío, luz-oscuridad,vacío-repleto,oculto-reflejo, banal- interesante, antítesis-concordancia,opuesto-igual, raro-común, aliado-rival, sueño- realidad.





Reflejo de todo y oculto en ese todo o nada. Interesante frialdad, calidez vacía repleta de oscuridad banal. Rival en concordancia de los sueños, común aliado de la realidad. Rara antítesis de lo opuesto.




Anel

domingo, 19 de diciembre de 2010

Frío



El frío recorrió todo el cuerpo, de la cabeza a los pies, no podía articular un sólo músculo, pero se sentía bien, sentía como la vida recorría sus venas.
Logró mirar hacia atrás, respiró hondo, vio el vaho salir de su boca, sin más echó a correr, sin rumbo sin saber si pararía o no. Las piernas comenzaban a pesar, los brazos también, había fuego en sus pulmones, el corazón latía con fuerza como hacía tiempo.
Era el paisaje más hermoso y desolador que jamás había visto hasta ahora, paró, su respiración era agitada, el ambiente era más frío a cada segundo que pasaba, el ardor de su pecho cada vez más intenso.
Entonces recordó cual fue el impulso que hizo que echara a correr: mirar atrás.
No podía creer que un lugar tan hermoso estuviese tan sólo.




Anel

jueves, 2 de diciembre de 2010

Los brazos rodearon un cuerpo








Los brazos rodearon un cuerpo, abrazo inesperado, desconcertante y sincero a la vez.
Las manos acariciaron ese cuerpo, tacto delicado, ternura, pasividad...
Extraña sensación, contraposición de sentimientos.
El cuerpo reacciona de una forma, la situación en la mente es difusa, contradictoria, pero agradable.
Mezcla de vacío con algo inexplicable que se deja llevar por el momento.






Anel