Supongo que alguna vez tendría que pasar.
Nos empeñamos en retrasar el momento,
como si ese momento nunca fuese a llegar
o con la esperanza de que no acaeciese.
No teníamos el valor suficiente, nunca lo tuvimos
y el tiempo fue borrando lo que quedaba de ese tiempo;
nuestro tiempo.
Negamos siempre la evidencia,
no pensamos lo que sobrevenía,
es más, creo que ninguno lo llegó a reconocer.
Y así pasaron los años...
... así se fue marchitando,
como si habitásemos en un medio hipertónico condenados a la deshidratación
viendo como las células que nos componen mueren una a una y con ellas pequeños sueños absurdos del divagar de nuestras mentes.
Viendo como el tiempo fue el causante de este final,
es fácil echar la culpa a algo inevitable.
Nosotros, pequeños seres.
Anel