Te espero donde las olas dejan de romper, en el lugar en el que se desvanecen, en ese lugar donde las lágrimas se perdieron con el agua y con la ilusión de encontrarte, cayendo inconscientemente una a una directamente desde el corazón que grita como nunca. Latido tras latido anhelando tu presencia. La razón ya no lo puede controlar, quiere dejar paso a los sentimientos...
Las lágrimas se desalaron y pasaron a ser lluvia que más tarde se convirtió en fría nieve de la que sólo quedó hielo. Capas de hielo, como ese maldito corazón que en hielo se ha convertido, pero del que ya no saldrán más lágrimas.
No es un proceso reversible, aun se guarda ese ápice de esperanza, esperanza de que no llegue a ser irreversible.
Foto:Anel