lunes, 29 de noviembre de 2010

Entre bostezos y risas




Mirar el reloj en busca de las horas perdidas, sin prestar atención a las manecillas. Entre bostezos y risas, el humo va impregnando la habitación. La conversación se va dilatando, pero no importa. Volar sin levantar los pies del suelo. Suspirar soñando despierto. Aquel lugar extraño donde se quedó la vida, ese instante en el que el tiempo se paró porque las manecillas de ese reloj se empeñaron en no dar las horas. Rebeldía fue la palabra, encanto fue el nombre de la situación. Seres perdidos en esos minutos de bostezos y risas, nadando en un humo cada vez más espeso.







Anel

2 comentarios:

  1. Yo con el humo no puedo, me hace toser, prefiero las cosas con claridad.

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  2. Luciérnaga, a veces por mucho que nos empeñemos en aclarar o en abrir las ventas, el humo vuelve, a mi también me hace toser.

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