Ayúdame a recordar el motivo
por el cuál me embarqué en éste navío.
Hoy no encuentro el sentido, ya no se cuál es el rumbo, está nublado al igual que mi juicio.
Quería navegar, vivir al límite, escribir mi propio destino... O tal vez sólo quería dejarme arrastrar a la deriva...
No se que me llevó a la mar, y menos qué extraña razón me hizo pisar tierra.
Lo mejor será que el azar tome parte en mi guerra;
el viento guiará mis pasos, ahora la sal volverá a ser mi compañera.
Anel